Cansada de leer ciertas "formas de educar" a las niñas.
Este fin de semana he vuelto a leer en una de esas revistas "que tanto nos representan a las mujeres normales", frases que me sacan de mis casillas, y ya sé que la culpa es mía por dejarme llevar y acabar con ellas en las manos y leerlas, pero es algo superior a mí, es pura curiosidad.
La idea e información que daba la susodicha era que es importante fomentar ciertas actitudes en las niñas, la importancia de criar y educar niñas con carácter, haciéndolas ver que no solo un físico abre puertas sino que hay que darles modelos a seguir que sean representativos de mujeres fuertes, independientes, universitarias, luchadoras, que se interesen por algo más que por la moda, por el aspecto físico o por esos tan famosos
"cánones de belleza".
El problema y mi enfado no vienen en querer y deber educar a una niña con unos valores de independencia en todos los sentidos, sino en la diferencia tajante que hacía del "deber" de educar de manera diferente a un niño y a una niña.
La educación es educación y ya está, y a feminista no me gana nadie, pero los niños son, iguales, con los mismos derechos y opciones, con la misma manera de llegar al mundo y el mismo periodo de "incubación", y es manía nuestra de los padres y adultos en defender algo que ni conocen, que es esa "falsa igualdad" de la que presumimos los adultos.
Ahora que estoy en plena búsqueda de una segunda maternidad ni me planteo si será una niña o un niño, pero tampoco me planteo una forma distinta de educar sea o venga lo que venga, porque lo que venga será simplemente un bebé, lleno de páginas en blanco como mi primer hijo, sin complejos, sin condiciones, sin planteamientos políticos, sin diferenciar sexos, o luchas discriminatorias.
Sencillamente será un bebe que nacerá de su madre, que se alimentará de su madre, que tendrá amor de su madre, y que tendrá el ejemplo de la mejor versión de mí, que es lo que intento enseñarle al hijo que tengo.
Así que la mejor educación, tanto para un niño como para una niña es la basada en el amor, en el respeto, y en la igualdad, sin fomentar ni diferenciar ciertos rasgos según sea un niño o una niña.
Ademas de esa "manía" de criar a las niñas como si la discriminación entre sexos o la lucha por la igualdad dependiera solo de ellas, digo yo que la "buena educación" y el respeto también se la tendremos que enseñar a un niño.
Ademas de esa "manía" de criar a las niñas como si la discriminación entre sexos o la lucha por la igualdad dependiera solo de ellas, digo yo que la "buena educación" y el respeto también se la tendremos que enseñar a un niño.
Por esa regla de tres se debería educar también a los niños y sobre todo a los padres cuando escucho como le dicen a un pequeño
"suelta eso, no ves que es de niña"
Ya me dirás que confianza se le está dando a ese pequeño, que trato de igualdad se le está enseñando, me parece bien educar a las niñas de manera sabia, decirles que es importante ser independientes, tener una educación que brinde oportunidades, que el mundo es muy grande y está ahí para esperarlas, pero la educación es igual para todos, también para ese niño que decide o quiere jugar con una muñeca, para ese niño que quiere jugar con princesas, y que también quiere y tiene todo el mundo a sus pies.
No nos engañemos, la igualdad real, sin mala fe, sin falsedad, solo existe a una edad, y esa edad es la del nuestros pequeños, somos nosotros los que al tratar meternos en medio distorsionamos esa igualdad con nuestras propias inseguridades y rechazos.