Ayer por la tarde llegue a casa enfadada y cabreada, después de disfrutar de un paseo con siesta a la fresca en campo abierto incluido, nos fuimos al parque un rato a merendar debajo de la sombra de los árboles.
La verdad es que el día había sido perfecto, estaba siento perfecto, comida en familia, sol y mi hijo estaba especialmente feliz, ( su abuelo le había regalado esa mañana un gran tren, una mini réplica del ave, os diré que mi hijo es un apasionado de los trenes), estuvo todo el día con el en las manos, durmió la siesta con el!!!!!, lo veía con la cabeza apoyada en el tren que pensaba yo , " el pobre tiene que estar incomodísimo", pero decidí no tocarlo y dejarlo estar.
Cuando salgo al parque siempre llevamos la "bolsa de los juguetes del parque", que como su nombre indica sus los juguetes que habitualmente llevamos al parque, mi hijo es bastante razonable a la hora de prestar sus cosas a otros niños, cuando hay juguetes desconocidos siempre llaman la atención, así que durante la tarde varios niños se acercaron a mirar, a observar hasta que finalmente se acercaban primero con cierta desconfianza hasta que ya lo suficientemente cerca alargaban la mano para coger un animal, un camión, o un caballo.
Y así mi hijo compartió tarde de juegos con los niños que iban pasando por su lado, decidí no meterme en las pequeñas discusiones, de " es mío", "es mío", y mirar desde la distancia como solucionaban sus problema, (evidentemente a veces es inevitable tener que tomar partido), pero todo marchaba bien, era una tarde tranquila y agradable.
Personalmente soy de las que no obligo a mi hijo a compartir sus juguetes, le explico que el juego compartido es más divertido, pero
no le quito el juguete de las manos para dárselo a otro niño, como mucho cojo otro juguete que no esté utilizando y me pongo a jugar con el niño que le pide el juguete para que vea que es divertido compartir juegos, y la verdad es que normalmente se acerca de una manera natural a nosotros y acabamos jugando todos, con todo sin acordarse de las peleas ni del "es mío".
no le quito el juguete de las manos para dárselo a otro niño, como mucho cojo otro juguete que no esté utilizando y me pongo a jugar con el niño que le pide el juguete para que vea que es divertido compartir juegos, y la verdad es que normalmente se acerca de una manera natural a nosotros y acabamos jugando todos, con todo sin acordarse de las peleas ni del "es mío".
He leído mucho sobre este tema de compartir los juguetes y de obligar a los niños a prestarlos, yo no estoy de acuerdo en obligar a prestar algo que es importante para él, le explico la importancia de compartir y se lo muestro compartiendo yo mis cosas, pero no puedo tratar que un niño de dos años preste aquello que tanto desea, que tanto anhela y que tanta importancia emocional tiene para él, y se lo ceda sin más a otra persona, y mucho menos le digo o enseño que es malo por no prestarlo.
Y quien enseñe eso a un niño me parece un HORROR!!!!
Me parece un horror tanto enseñar a un hijo que no compartir en de "niños malos", que decirle que es malo, el niño que no comparte.
Me parece cruel, y no creo que sea una forma ni manera de enseñarle el fin, que es compartir y disfrutar de los juegos y juguetes en compañía.
Yo no dejo las cosas a cualquier persona, no dejo mi coche, ni esos zapatos que tanto me gustan, ni dejo esa blusa que tanto esfuerzo me ha costado comprar, ese tipo de cosas suele tener gran valor para los adultos y no solemos dejárselas a cualquier persona, en cambio tendemos a pensar que las cosas de nuestro hijos tienes menos valor que las nuestras y que por eso libremente podemos decidir por ellos si dejar o no esos pocos bienes que tanta importancia tienen para ellos.
Dejar o no un juguete debería ser una decisión de él, yo dejo que lo sea porque normalmente acaba dejándoles, tal vez no sea lo que el otro niño quería o pedía para jugar pero si lo que mi hijo ha decidido que no necesitaba para sentirse seguro, ha compartido aquello de lo que se podía desprender sin dolor y creo que ese es el método correcto, sin atosigar, ni empujar ni obligar y mucho menos decirle " que es malo".
Simplemente es necesario explicarle que el juego en compañía es más divertido, con el tiempo lo aprenderá.
Mi hijo ayer no entendía nada.....
Un niño se acercó a él con intención de jugar, mi hijo tenía a su alrededor un camión, muchos animales, a su querido muñeco "pepe", tenía tres trenes, una excavadora, y una par de cosas más.
Como digo decidí no meterme y arreglar sus conflictos por él y me quedé en la distancia mirando, el niño le pidió repetidas veces que le dejara la única cosa que yo sabía que no le dejaría,
El tren que le acababa de comprar el abuelo!!!!!!
Mi hijo cogió el camión y se lo ofreció, el niño no lo quiso, le ofreció un hipopótamo que tampoco quiso, incluso le ofreció a "pepe", pero el niño seguía emperrado en el nuevo tren regalo del abuelo.
El niño empezó a acercarse a Hugo estirando la manos para coger de los brazos de mi hijo el tren, mi pequeño empezó a retroceder para que no se lo quitará hasta que no hubo más campo donde retroceder, Hugo empezó a gritar y a decir que era suyo!!!!!.
Finalmente no me quedó otro remedio que mediar
Me levante y le volví a ofrecer al pequeño que deseaba el tren, varias opciones de juguetes que otra vez no quiso.
La idea del tren seguía en su cabeza, delante de la madre le explique al pequeño que ese tren se lo acababa de regalar su abuelo, que no estaba preparado para dejarlo, y que podía jugar con otra cosa un rato, que tal vez a los largo de la tarde Hugo se cansaría del tren y entonces podría cogerlo.
Bueno pues está claro que no lo convencí.
Finalmente el niño notablemente enfadado se acerco a mi hijo y le dijo:
"MALO, ERES MALO
"MALO, ERES MALO.....
Repetidas veces y gritándole muy cerca
Que dolor, pode ver en mi hijo el desconcierto, la pena de no entender porque ese niño mucho mayor que él le decía que era malo, si le había ofrecido todos sus juguetes!!!!!!
A todo esto la madre miraba con tranquilidad riéndose de la escena, nada cómica a mi entender por cierto.
El niño al ver que no conseguía su objetivo decidió buscar entretenimiento en otro sitio, la madre no le dijo nada en ningún momento, ni a su hijo, ni a mi, a aun viendo la cara de desconsuelo que se le había quedado a mi pequeño.
Mi hijo se acercó a preguntar e intentar entender porque lo había llamado malo, se me rompió el alma la verdad, le dije que no era malo, él había dejado todos sus juguetes.
Le dije que a aquel niño le había gustado tanto su tren que quería jugar con él un rato, pero que si no estaba preparado para dejárselo que no pasaba nada, había compartido las otras cosas con el pequeño y no las había querido, que si se aburría del tren podía ir y prestárselo un poco, seguro que al niño le gustaría.
Mi hijo contesto:
Vale mama, vale!!!!
Creo que un niño nunca es malo, pero permitir, enseñar o decirle a un pequeño que es malo me parece un error tremendo, y no corregirlo aún más.
Entiendo que mi manera de educar no la entienda todo el mundo, yo tampoco entiendo a la madre o padre que enseña a su hijo que un niño es malo por no prestar algo que es importante para él.
Así que sí, me fui enfadada a casa, pensando en mi hijo, pensando en la madre de aquel pequeño y pensando en el niño, con ese pensamiento acabé durmiéndome.
Los niños tiene sus tiempos, sus razones, su manera de ver las cosas, tienen sentimientos por muchos objetos que les sirven de un gran apoyo emocional, algunos simplemente le acercan a personas que no están cerca o que echan de menos, mi hijo siente un amor incondicional por su abuelo, así que todo regalo que provenga de él tiene un gran valor sentimental del que le cuesta desprenderse, pero eso no quiere decir que sea malo, normalmente cuando ese juguete pasa una semana a su lado, lo conoce, sabe bien de cada rincón, su funcionamiento, se desprende de él y lo deja sin problemas, lo comparte, se siente seguro para que otro niño lo disfrute.
Como digo ayer vi la pena en la cara de mi hijo y eso me arruino un gran día!!!!!!
Porque un niño nunca es malo, quien es malo es quien educa así a un niño.....
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