Ha sido un fin de semana complicado de esos de dormir poco, de fiebres, de no saber comprender de dónde venían los dolores de mi bebe,.
Ha sido un fin de semana de sentirme mala madre.
De lágrimas, frustración, pena..........de no saber hacer bien mi papel.
Cuando los abrazos no funcionan, cuando los besos no curan, cuando las horas del reloj pasan sin más canción que el llanto de tu pequeño que atormenta su propia noche sin dejarlo dormir, cuando no sabes calmarlo, la que llora eres tú por ser tan mala madre, por sentirte tan mala madre.
Por eso hoy mi pequeño te pido perdón, por no entenderte, porque mis brazos han sido incapaces de calmar esa pena que ha corrompido tus noches, que las ha ahogado de largas horas paseando por los pasillos de casa, de noches en el sofá intentando calmar tu frio agarrando fuerte tu cuerpo junto al mío, lo siento mi pequeño por no haberte servido, por no haber estado a la altura, por haberme cansado, por haberte llorado.
Solo me sentía cansada, tal vez debería haber pensado que tú también estabas agotado
Recuerda que te quiero.
Recuerda que te amo
Solo que hoy me siento mal, siento haber perdido la paciencia.
Hoy me cuesta mirarte a los ojos sin pensar que no lo he hecho bien, y sí, por eso lloro, por eso me ahogo, porque sentir que no te sirvo para calmar tu días malos es un dolor insoportable.
Recuerda hijo que te quiero.
Hoy rescato de nuestro baúl de los recuerdo una de las cartas que te escribí hace algún tiempo, ¿qué porque?, no sé, porque lo necesito.
Porque hoy necesito que sepas que te quiero.
Los 9 meses de Hugo |
Porque tendría que inventar nuevas palabras para arrancar de mi yo lo que quiero decirte.
Porque no encuentro una sola sensación que me haga sentir como tú.
Estás tan a dentro, tan al fondo, bajo mi piel mis entrañas mi voz interior, estas de una manera que a menudo duele, eres ese eco que me recuerda que ya no volveré a estar sola.
Estas hecho del mejor barro y de la mejor costilla, estás hecho de heridas, de llagas, de años de miedos, de soledades acompañadas de libros, lápices, dibujos y música, estas hecho de pequeños defectos que crean tu perfección y una imaginación cultivada por una madre tremendamente perturbada que sigue creyendo en las hadas, en que algún día verá una sirena y que en los bosques algo sucede cuando la gente los deja hacer.
No sabía ser madre, no tuve una, eché de menos caricias y cuentos por las noches, por eso tendrás tu cuento cada día, porque tu única preocupación sea soñar, soñar con unos pies descalzos sobre la hierba, con el vaivén de las olas rompiendo en el mar, por una tarde de sol quemando tu espalda mientras descubres mil insectos, por trepar árboles y jugar a Peter pan, sólo quiero que sea un niño, con cuerpo de niño y preocupaciones de niño.
Porque ahora cerca de los dos años, me doy cuenta que eres una persona, alguien ajeno a mí, un saco vacío que se ha ido llenando de virtudes, risas y sonidos, que se han convertido ti.
Podría dedicarte mil palabras pero no conseguiría hacerte entender que es lo que despiertas en mí, me pasaría horas oliendo tu nuca mientras duermes junto a mí, o mirando esa cara de concentración cuando haces algo que requiere algo de esfuerzo.
Te conozco, cada línea, cada pliegue de tu cuerpo, eres mi esfuerzo y mi recompensa.
Gracias por acompañarme en mis locuras, en nuestras tardes de baile y mis días nublados, gracias por eso besos de labios mojados que se quedan horas en la piel, por esas noches de lunas estrellas y lolas, por despertares tempranos pero siempre llenos de esa luz que convierten la noche en día, gracias por darme lo mejor de mi vida, espero que nunca te canses de ser mi pareja de baile te amo Hugo.
Porque no encuentro una sola sensación que me haga sentir como tú.
Estás tan a dentro, tan al fondo, bajo mi piel mis entrañas mi voz interior, estas de una manera que a menudo duele, eres ese eco que me recuerda que ya no volveré a estar sola.
Estas hecho del mejor barro y de la mejor costilla, estás hecho de heridas, de llagas, de años de miedos, de soledades acompañadas de libros, lápices, dibujos y música, estas hecho de pequeños defectos que crean tu perfección y una imaginación cultivada por una madre tremendamente perturbada que sigue creyendo en las hadas, en que algún día verá una sirena y que en los bosques algo sucede cuando la gente los deja hacer.
No sabía ser madre, no tuve una, eché de menos caricias y cuentos por las noches, por eso tendrás tu cuento cada día, porque tu única preocupación sea soñar, soñar con unos pies descalzos sobre la hierba, con el vaivén de las olas rompiendo en el mar, por una tarde de sol quemando tu espalda mientras descubres mil insectos, por trepar árboles y jugar a Peter pan, sólo quiero que sea un niño, con cuerpo de niño y preocupaciones de niño.
Porque ahora cerca de los dos años, me doy cuenta que eres una persona, alguien ajeno a mí, un saco vacío que se ha ido llenando de virtudes, risas y sonidos, que se han convertido ti.
Podría dedicarte mil palabras pero no conseguiría hacerte entender que es lo que despiertas en mí, me pasaría horas oliendo tu nuca mientras duermes junto a mí, o mirando esa cara de concentración cuando haces algo que requiere algo de esfuerzo.
Te conozco, cada línea, cada pliegue de tu cuerpo, eres mi esfuerzo y mi recompensa.
Gracias por acompañarme en mis locuras, en nuestras tardes de baile y mis días nublados, gracias por eso besos de labios mojados que se quedan horas en la piel, por esas noches de lunas estrellas y lolas, por despertares tempranos pero siempre llenos de esa luz que convierten la noche en día, gracias por darme lo mejor de mi vida, espero que nunca te canses de ser mi pareja de baile te amo Hugo.
Hoy más que nunca necesitaba recordarme que no lo estoy haciendo tan mal, que mis fallos mis errores son los que me enseñan a ser mama, supongo que mi madre también sintió miedo alguna vez con sus pequeñas niñas, solo que yo no puedo recordar esas historias, en días como hoy es cuando una madre se echa en falta, una consejera, una amiga, una cómplice, supongo simplemente que la echo de menos.
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