"Si o no",a besar en la boca a nuestros hijos

"Según las especialistas, es importante marcar límites y dejar en claro que los besos en la boca están reservados para el vínculo de la pareja. Es decir, sólo mamá y papá pueden demostrar su cariño de esa manera.

Por otro lado, los chicos copian y si ven a sus padres darse picos querrán formar parte de ese vínculo imitándolos. Al mismo tiempo, en la lucha por imponerse como "novio de mamá" o "novia de papá" pueden querer dar un “piquito ".

"La experta señala que esos besos despiertan en el niño estímulos en zonas sensibles. Por ejemplo, los pequeños que todavía transitan la etapa oral tienen sus sentidos centrados en la boca y, por eso, quieren que los besen.

Marisa Russomando, psicóloga especializada en maternidad y crianza, directora del Espacio La Cigüeña."

Es una de las muchas reflexiones e información que he leído sobre el tema, reflexiones con las que me he quedado algo traumatizada.

Respeto todas las opiniones y maneras de demostrar amor, cercanía y afecto.

Personalmente soy de esas niñas a las que su padre beso y que ahora besa a su hijo en la boca

He leído y me he informado mucho sobre este tema porque me cuesta entender que perjuicio para mi bebe puede tener que yo, su madre le bese en la boca.

Nunca había sentido ni pensado en connotaciones sexuales a la hora de besar a mi pequeño, lo que realmente me asusta es que los adultos las vean o las piensen.

Hay gente que lo ve más normal ente madre e hijos que entre padres e hijos, os diré que mi pareja besa a su hijo, es decir a nuestro pequeño en la boca sin ningún pudor.

En mi caso, mi hijo no besa en la boca a cualquiera diferencia perfectamente entre sus" personas especiales", es decir papa y mama, y la gente llamémosla "momentánea", es decir la que pasa por su vida sin quedarse a dormir en casa y sí, incluido abuelos y familiares que tampoco besa en la boca.

Ese beso que mi pequeño busca de su mama es el acto más esperado de la mañana cuando lo levanto y ahora resulta que tengo que cuestionarme si es saludable para mi pequeño o no.

He estado haciendo memoria y la verdad no recuerdo que esos besos que mi padre me daba con tanto amor hayan confundido ni mi niñez ni mi parte adulta, al contrario es uno de los actos que recuerdo con más amor.

Seguiré besando en la boca a mi hijo porque creo que es una unión entre los tres, su papa, su mama y él, es un acto de amor, y me encanta dárselos porque sus labios siempre están mojados, y es un recuerdo que quiero seguir teniendo en mi memoria y en la de él.

Sigo creyendo que nos esforzamos por sacar de la maternidad y la crianza todas las cosas buenas que tiene, y en su lugar nos quedamos con todo lo malo, con las prohibiciones y manuales.

Pues no, yo quiero besar a mi pequeño!!!!

No quiero dedicarme a lavar platos, hacer la comida, cambiarle los pañales, vestirle, ponerle las zapatillas, dictarle lo que está bien y lo que está mal y perderme todo lo demás.

Quiero quedarme en la cama con él hasta las 10 de la mañana riendo, mirándonos y besándonos en la boca, y el biberón pues ya esperará.

Quiero que juegue a ponerse mis zapatos y la ropa de papa.

Quiero sentarme con él a descansar en la parada del autobús porque así lo ha decidido él.

Quiero compartir con él una regaliz cogiéndola con mi boca y que se parta de risa intentándola coger, (y aquí habrá los que vean esto una barbaridad).

Quiero perder el tiempo en la pescadería viendo a esos peces que dice él que no paran de dormir

Quiero mojarme debajo de la lluvia sin tener que gritarle, corre que te mojas!!!!

Quiero perder los minutos con mi hijo, sé que luego tendré que acostarme más tarde, que tendré todo sin hacer después de la cena y que me tendré que poner a ello a última hora, pero me niego a perderme a mi hijo, lo hice durante un tiempo creyendo que tenía que llegar a todo y me di cuenta que estaba sacrificando algo que no volvería, la vida de mi hijo.

Así que seguiré besando la boca de mi niño una y otra vez hasta que sea él quien no quiera más besos.

Lo insano para un niño, empieza en la mente reflexiva de un adulto.