Caminando juntos papa y mama, haciendo familia, construyendo un hogar.

No soy yo mucho de hablar de sentimientos y mucho menos de mostrarlos, soy desconfiada por naturaleza y el tiempo desgraciadamente me ha venido a confirmar muchas veces que aunque el amor es una de las cosas más maravillosas del mundo también puede resultar la más dolorosa.

¿Que si vale la pena?, seguramente si, bueno seguramente no.

SI!!!! si vale la pena.

No hablo solo del amor a tu pareja, del romanticismo y del atontamiento de esos primeros días con el novio de turno, hablo en general del amor en todas sus variantes, es hermoso, pero terriblemente doloroso.

Todas hemos conocido el primer amor, esa sensación de que el mundo se termina con el primer abandono, ese cosquilleo del primer beso, y la primera vez que haces el amor, que sea buena o mala siempre quedará grabado en nuestra memoria.

El tiempo pasa rápido, recuerdo que un día alguien muy próximo a mi familia me pregunto

¿Cómo se hace para estar 13 años junto a otra persona?

Que pregunta más complicada, pero no, no pensé que fuese difícil contestarla, le dije

"Simplemente poniéndote en el lugar del otro antes de tomar cualquier decisión"



No os equivoquéis, soy reservada, tímida y me incomodan los abrazos y besos de desconocidos o pocos conocidos, pero creo en el amor, en el romanticismo, y en "la historia perfecta".

El pasado 11 de agosto, mi pareja y yo cumplimos 13 años de "feliz convivencia", (lo pongo entre comillas porque como todos hemos tenido momentos de odiarnos, o tirarnos las cosas a la cabeza).

La cuestión es que me puse hacer.........llamémosle balance de estos años y de lo primero que me di cuenta es de lo rápido que ha pasado el tiempo.

Y segundo, que tengo la inmensa suerte de estar con alguien que además de quererme muchísimo, me hace reír también muchísimo, y ahora además me ha dado lo más importante de mi vida, a nuestro hijo Hugo, así que mi pregunta es más bien al contrario.

La pregunta no es como se hace para estar el resto de tu vida con una persona, sino

¿Cómo no estar el resto de tu vida con alguien que te ama, que te hace reír y que además te ha regalado una vida a la que cuidar y proteger entre los dos?.
¿Cómo no luchar por eso?, esa sería la pregunta.

No quiero sonar con frialdad, como si el cuento de Blancanieves o cenicienta tuviese que terminar siempre con el............

"Y se casaron, fueron felices para siempre y comieron perdices"

Cada pareja es un mundo, cada uno pone sus reglas, porque las hay, nos guste o no, lo admitamos o no en esto del amor hay reglas y muuuuchas.

Siempre hay uno más inseguro que el otro, uno más abierto, otro más tímido, uno que se entrega más, otro que parece que siempre de menos pero que cuando da lo hace a lo grande, todo esto es lo que va amoldando a las parejas y las sitúa en su papel dentro del juego, dentro de la relación.

He pasado 13 años maravillosos, hay vidas que duran menos, que se apagan antes aceleradamente, nos hemos gritado, nos hemos peleado y enfadado, dejado de hablar durante días, y reconquistado, nos hemos reído mucho, y emborrachado también, nos hemos necesitado para llegar a casa, nos hemos perdido el uno con el otro durante horas, somos nosotros, el conmigo y yo él, somos nosotros, solo nosotros nos conocemos así, con lo bueno, con lo malo y lo peor, nos conocemos a gritos, a silencios, a caricias, a llantos, a penas, y tantas, tantas alegrías.
Conocemos nuestros puntos fuertes, nuestras marcas, nuestras cicatrices, con los ojos cerrados somos capaces de contar nuestros lunares, cada gesto y su significado, cada lagrima de dolor por un padre que se ha ido, por una abuela que ya no está, ha sido una lagrima compartida, cada abrazo completo ha sido un minuto más de vida y de esa vida que nos hemos dado el uno al otro nació Hugo, nuestro hijo.
Así que lo difícil no es estar "aguantando un año más", sino como no aguantar una noche más sin ese olor que has sentido a tu lado durante ocho horas los últimos 13 años de tu vida, es despertarte y no ver la mirada que tan bien y segura de hace sentir, es no poder abrazarlo asustada en mitad de la noche, eso es lo difícil de aguantar, eso sería lo difícil de aguantar.



El amor se puede apagar, se puede gastar, se puede herir o traicionar, tenía 19 años cuando empecé con mi chico, no estoy casada y tengo un niño maravilloso con él, todo esto es tan frágil, sé que es tan.......... hablando mal "jodidamente frágil", que por eso doy y lucho todos los días de mi vida para protegerlo.

Mi familia, mi casa, es mi "lugar de vacaciones", hay días que los tirarías por la ventana sí, pero también sé que sin ellos mi vida y yo seriamos muy diferentes, me dan paz, fuerzas y muchos momentos que recordaré el día que hago repaso antes de proyectar mi última película, "la gran película de mi vida".


La convivencia es algo difícil, algo que cuesta encajar y amoldar y que se pone a prueba todos los días, pero yo por ahora soy feliz soñando bajo nuestro cielo y bailando bajo las estrellas mientras charlamos de nuestra vejez.

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